La moda sustentable también conocida como Slow fashion, moda ecológica, moda saludable, moda lenta o moda ética es una corriente de pensamiento, diseño, producción y uso de prendas o complementos basada en los siguientes criterios de valor:
el cuidado del medio ambiente
el bienestar social (la transparencia a lo largo de todo el ciclo de vida y recuperación de una prenda)
el crecimiento económico.
Slow Fashion vs. Fast fashion
El concepto de Slow Fashion nace en el 2007 de la mano de Kate Fletcher como contraposición al fast fashion (o moda desechable).
El concepto fast fashion engloba una producción constante y desmedida de ropa a bajos costos que surgió a principios del siglo XX de la mano de marcas como Topshop, Zara, Primark, Forever21 y H&M. El objetivo de estas marcas es llevar lo más rápido posible las tendencias a las tiendas, provocando un desperdicio de 62 millones de toneladas de ropa al año.
A su vez, la industria de moda es una de las más contaminantes a nivel global, siendo responsable, por ejemplo, del 20% de los desechos tóxicos que se vierten al agua y la gran mayoría de esos desechos no son biodegradables, ya que más del 60% de la ropa producida es confeccionada con materias primas sintéticas, que pueden demorar siglos en descomponerse.
Mientras que el concepto slow fashion intenta instaurar en los consumidores la idea de optar por un consumo consciente a la hora de adquirir nuevos productos y a la industria de la moda opciones para hacer su proceso productivo de manera tal que no afecte al medio ambiente y resguarde el aspecto social de las personas intervinientes en la cadena de producción.
Junto con este nuevo concepto surge en 2013, el movimiento llamado fashion revolution fundado por Carry Somers (Reino Unido, 1966) y Orsola de Castro (Italia, 1966), tras el derrumbe del
Rana Plaza, la fábrica textil de Bangladesh en la que perdieron la vida 1.138 personas y otras 2.500 resultaron heridas. Por eso cada 24 de abril se conmemora la tragedia llamando a la revolución del sector con la transparencia en la cadena de producción, salarios justos para los trabajadores, respeto al medioambiente y un cambio de paradigma que pase por un consumo mucho más consciente. El lema es “Compra menos. Elige bien. Hazlo durar.
Luego de exponer la situación de la industria de la moda como consumidores nos invito a la reflexión: ¿alguna vez se preguntaron quién confección su ropa? ¿en qué condiciones de trabajo se realizó? ¿dónde se confeccionó a prenda?
El menor precio en una prenda alguien lo paga, y sino somos nosotros los consumidores, esto bajo costo se traslada al proceso productivo, con jornadas de trabajo interminables, condiciones laborables deplorables, fábricas en malas condiciones, etc.
Por eso debemos tomar consciencia de esta situación y reflexionar antes de adquirir una nueva prenda.
5 Tips de Slow Fashion :
-Cuida tus piezas existentes
-Sé exigente y ahorra para ropa de calidad
-Compra second hand y vintage
-Compra directamente de los creadores
-Evita las tendencias conociendo tu estilo personal
Cómo crear un armario consciente en 4 simples pasos:
1) Hace un inventario de tu armario: Que tienes y que necesitas
2) Elimina solo lo que nunca usarás: proba cada pieza y fíjate si puedes darle nueva vida a la ropa vieja o aprende a deshacerte de la ropa conscientemente.
3) Compra second hand: busca todo lo que necesitas a través de sitios de reventa, envíos y tiendas de segunda mano y hace un inventario de lo que aún necesitas.
4) Cuando compres algo nuevo, compra con ética: compra solo lo que sabes que usarás, apoya a marcas que valoran lo que vos valoras, proba cada pieza dos veces para asegurarte de que la amas y evita compras compulsivas.
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